Como líderes o emprendedores, muchas veces nos encontramos siendo “todólogos”. Somos los estrategas, vendedores, ejecutores, los que apagan incendios y, por supuesto, quienes aseguran que el cliente esté satisfecho. Suena agotador, ¿verdad? Si te sientes en esta situación, no estás solo. Es un fenómeno muy común en las empresas en crecimiento, especialmente en los negocios pequeños o medianos. El desafío es que, aunque nuestra energía y dedicación nos permiten avanzar, también es cierto que esta manera de operar no es sostenible a largo plazo.
Entonces, ¿qué hacer cuando el papel de “todero” comienza a afectar la efectividad y el crecimiento de tu empresa?
Para que puedas trabajar de manera más inteligente, te planteo cinco soluciones clave que puedes implementar de inmediato.
1. Definir roles y responsabilidades
El primer paso para dejar de ser el “todero” es entender que no puedes hacerlo todo. Una buena estructura de roles y responsabilidades dentro de tu equipo es fundamental. Aunque quizás no tengas un gran número de colaboradores, siempre hay formas de delegar tareas. Haz una lista de todas las áreas de tu empresa y define quién debería ser responsable de cada una. Esto no solo te libera tiempo para centrarte en tareas más estratégicas, sino que también permite a otros desarrollar sus habilidades.
2. Establecer prioridades claras
Ser el “todero” suele ser el resultado de intentar hacerlo todo a la vez. Sin embargo, no todas las tareas tienen la misma importancia. La clave está en aprender a priorizar. Clasifica las tareas en urgentes e importantes, y delega o posterga las que no sean prioritarias. Esto te permitirá concentrarte en actividades que impulsan el crecimiento como la planificación estratégica y la relación con clientes clave.
3. Automatización y herramientas tecnológicas
En la actualidad hay muchas herramientas tecnológicas que pueden ayudarte a organizar procesos, desde la gestión de clientes hasta el seguimiento de ventas y la automatización del marketing. Al implementar estas herramientas, puedes optimizar los procesos ganas tiempo para enfocarte en la estrategia.
4. Establecer rutinas y procesos
Una empresa sin procesos definidos es como un barco sin rumbo. Si cada vez que surge una nueva tarea te encuentras improvisando, es una señal clara de que necesitas establecer rutinas y procesos. Crear guías claras de cómo realizar tareas específicas te ahorrará tiempo. Esto es especialmente útil para las áreas de ventas y atención al cliente, donde la consistencia es clave.
5. Planificación estratégica a largo plazo
Finalmente, para dejar de ser el “todero” de tu empresa, debes desarrollar una visión clara y a largo plazo. Esto implica dedicar tiempo a la planificación estratégica, definir objetivos realistas y tangibles, y establecer metas trimestrales o anuales. Hacia dónde quieres llevar tu empresa en los próximos años? desglosa ese objetivo en pasos más pequeños y manejables. Una planificación efectiva te llevará por una dirección clara y evitará sentirte atrapado en el caos del día a día.
La clave para dejar de ser el “todero” está en la organización y en rodearte de las herramientas y personas adecuadas. Tu tiempo es tu activo más valioso, y como líder, tu enfoque debe estar en dirigir, no en hacerlo todo.
